El colágeno es la proteína principal para nuestro cuerpo además de ser una de las más abundantes en nuestro organismo. Conforma las articulaciones, tendones, huesos y ligamentos. Protege nuestros músculos, órganos vitales y forma parte de la pared de los vasos sanguíneos, córnea, encías y cuero cabelludo. Además, junto con la elastina, se encarga de darle flexibilidad, firmeza y resistencia a la dermis.
Nuestro cuerpo produce diariamente reparaciones celulares, y el colágeno ayuda a darle forma a los tejidos, manteniéndoles firmes, elásticos y sanos. Cuando éste hace falta, la piel lucirá flácida y débil, y colgará fácilmente, siendo la causante de arrugas y piel envejecida.
Pérdida de colágeno
Es natural que a medida que pasan los años, nuestro cuerpo reduce la producción de esta proteína. Específicamente a partir de los 25, se pierde 1% del colágeno que tenemos. Así, cada año se va reduciendo y a los 50 ya habremos disminuido un 25% y a los 75 un 50%.
Sin embargo, este proceso de pérdida puede ser acelerado por otros factores, tales como: el estrés, tabaco, una mala alimentación, falta de sueño y una inadecuada exposición al sol. Es sumamente necesario, entonces, evitar malos hábitos y estimular la producción de colágeno.
Para esto la alimentación es fundamental, y es importante que conozcamos los alimentos que nos van a ayudar a evitar este envejecimiento por falta de colágeno. Primero que todo debemos tener en cuenta que es un componente que se encuentra únicamente en los animales y en ciertos pescados, ya que el colágeno forma parte de las articulaciones y de muchas de las fibras de origen animal.
De esta manera es recomendable comenzar con una dieta rica en proteínas, que nos aporten aminoácidos precursores de colágeno, tales como las claras de huevo, carnes magras, lácteos bajos en grasa y pescados.
Es necesario incluir también alimentos ricos en vitamina C, que contribuye a la formación de huesos, cartílagos y piel podemos encontrarla en: kiwis, pimentón rojo o verde, tomates, naranjas.
Brócolis, fresas, melón, espinaca y acelgas. Fitronutrientes, sustancias químicas presentes en frutas, verduras, hortalizas y legumbres.